Untar con el tomate de manera uniforme la base de pizza y esparcir el queso emmental. Cortar en láminas muy finas el queso parmesano. Disponer la rúcula y el parmesano aleatoriamente. Adornar con el orégano, sal y pimienta al gusto. Calentar entre 10 y 15 minutos con el horno previamente calentado a 200ºC. Antes de servir, rociar con aceite de oliva.
1 raciones